SEMANA 8. DEL 12 AL 16 DE OCTUBRE.

 ESCUELA SECUNDARIA GENERAL «PAPANTLA»


CICLO ESCOLAR   2020 – 2021


PROFESOR: JOSÉ MANUEL VILLAGÓMEZ REYES



HISTORIA II



SEMANA  8


 DEL 12 AL  16 DE OCTUBRE.


Lunes 12 DE OCTUBRE
 

Segundo de Secundaria

 

Historia


LA DOMESTICACIÓN DE SEMILLAS Y PLANTAS

 


 

Aprendizaje esperado: Reconoce los procesos que permitieron a los cazadores-recolectores combinar la caza con la domesticación de semillas.

 

 

 

Énfasis: Conocer el proceso de domesticación de semillas y plantas: chile, frijol, calabaza y maíz.

 

 

 

 

¿Qué vamos a aprender?

 

 

 

Conocerás los procesos que permitieron a los cazadores-recolectores, combinar la caza con la domesticación de plantas. Lo cual fue uno de los factores que permitió a la humanidad dejar de ser nómada, para volverse sedentaria.

 

 

 

Inicia con la lectura de un fragmento del libro titulado “El pasado indígena”, de Alfredo López Austin y Leonardo López Luján.

 

 

 

Las primeras sociedades recolectoras-cazadoras

 

 

 

[…] ¿Qué fue entonces lo que motivó el tránsito gradual a la agricultura? Aún no lo sabemos. Múltiples teorías tratan de dar respuesta a esta pregunta, privilegiando unas los motores de índole social, otras las causas ambientales, y otras más, los cambios genéticos de las plantas. Dentro del primer tipo de respuesta se acentúa el papel causal del incremento demográfico constante. La población habría llegado a un punto en que las actividades de apropiación no eran suficientes para su subsistencia, por lo que tendría que adoptarse la agricultura, pero ni en Oaxaca ni en Tehuacán hay indicios de un incremento demográfico sustancial.

 

 

 

La mayor información con que contamos acerca del Protoneolítico procede de cuatro regiones con larguísimas secuencias de ocupación: el Valle de Tehuacán, en Puebla; la Sierra de Tamaulipas y la Sierra Madre del suroeste de Tamaulipas […]; el Valle de Oaxaca […], y el sur de la Cuenca de México […]. Las investigaciones proporcionan un cuadro de desarrollo bastante completo. Durante los 2500 años de dicho horizonte se observa el paulatino aumento de la población, señalado por el número y la importancia de los asentamientos en una misma región. Conforme pasa el tiempo se alargan los periodos en los cuales las bandas se reúnen en un solo lugar para formar macrobandas. A lo largo del Protoneolítico siguen habitándose campamentos, abrigos y cuevas; pero, para el año 3000 a.C., existe en el Valle de Tehuacán una pequeña casa semisubterránea de planta ovalada.

 

 

 

En el proceso hacia el sedentarismo va aumentando la importancia de las plantas domesticadas respecto a las silvestres. En un principio tienen lugar cambios genéticos en la flora, posiblemente relacionados con conductas selectivas del hombre. Tiempo después, y a un ritmo muy lento, se acrecentará el número de vegetales domésticos. Hubo un proceso paralelo con los animales, aunque a una escala mucho menor, limitada al perro, guajolote, perico, guacamaya y abeja.

 

 

 

[…] los restos botánicos que documentan la transición son escasos y fueron descubiertos en unas cuantas áreas del territorio mexicano. En su mayoría se trata de materiales conservados en cavernas secas o gracias a que sufrieron un proceso de carbonización en el subsuelo. Las especies encontradas permiten suponer que no existió un foco único de domesticación, sino procesos regionales independientes: los cultígenos más antiguos de cada una de las cuatro regiones mencionadas son distintos. Es posible que posteriormente se enriqueciera por difusión la variedad de los cultivos en todo el territorio.

 

 

 

Los restos descubiertos en México permiten afirmar que el guaje y la calabaza son dos de los cultígenos más antiguos del Nuevo Mundo, puesto que hacen su aparición a finales del Cenolítico. Les seguirán en el tiempo diversas especies de frijol, maíz, maguey, nopal, coyol, yuca, tomate, aguacate, amaranto, chile, zapote negro, zapote blanco, ciruela y algodón. En lo que toca al maíz, el principal cultivo de nuestra historia se ha estimado su domesticación entre 5000 y 4000 a.C. Nuevos fechamientos de los restos de maíz de las fases de Coxcatlán y Abejas de Tehuacán los sitúan en el 3000 a.C. Sin embargo, los especialistas consideran que esta discrepancia se debe a que el maíz se introdujo ya domesticado a Tehuacán en fechas tardías o que las muestras usadas para los nuevos fechamientos se contaminaron en el laboratorio.

 

 

 

Durante décadas se ha discutido acerca del antecedente silvestre del maíz. En la actualidad destaca por su gran solidez la hipótesis que afirma que fue el teocintle (Zea mexicana) la planta que generó, por mutación, el maíz doméstico (Zea mays). En cuanto la cuna de esta transformación se propone buena parte de las tierras altas semiáridas y semitropicales desde Chihuahua hasta Guatemala. Las semejanzas del maíz con una de las razas del teocintle, la conocida como Chalco, llevan a pensar, hasta ahora, que la cuna fue el centro de México.

 

 

 

La trasformación de la vida durante el Protoneolítico se observa también en la industria de la piedra. Las piezas se van haciendo más pequeñas y funcionales gracias al retoque refinado y al pulimento. En contextos de esta antigüedad se han recuperado cuentas de collares, pipas, hachas y azuelas de piedra que fueron cuidadosamente pulidas. Al igual que en épocas anteriores, se emplearon fibras vegetales en la manufactura de cordeles, cestos, redes y telas.

 

 

 

El tránsito de las mujeres y los hombres a sociedades sedentarias fue un proceso que llevó mucho tiempo y esfuerzo.

 

 

 

El período geológico del pleistoceno se caracterizó por los llamados siglos glaciares, durante los cuales los seres humanos se dedicaron básicamente a la caza y la recolección.

 

 

En esta etapa de la historia nuestra especie fue capaz de adaptarse a los cambios climáticos severos durante las glaciaciones, en las que las temperaturas bajaron mucho, con expansión del hielo de los glaciares y los casquetes polares, principalmente el casquete polar norte.

 

 

 

Quizá esa fue la época en donde la humanidad tuvo mayores dificultades para obtener su alimento y puso a prueba su capacidad de adaptación.

 

 

Este proceso de domesticación de las plantas ocurrió en varias partes del mundo en distintos momentos y a lo largo de miles de años. Pero este proceso, en las cunas civilizatorias, tuvo en común que las poblaciones agrícolas se establecieron junto a los recursos acuíferos y pluviales, como lagos y ríos.

 

 

 

Cualquier planta requiere de varios elementos para que se desarrolle: un clima favorable, sol, tierra fértil y, por supuesto, agua.

 

 

 

Quizá esta es la razón por la que las culturas que se asentaron en Mesopotamia, Egipto, China, India y Mesoamérica se establecieron cerca de ríos o zonas lacustres. En donde encontraron elementos propicios para el desarrollo de la domesticación y la técnica de la agricultura.

 

 

 

Lo que se cultivó en estas regiones al inicio de las sociedades agrícolas del mundo antiguo fue:

 

 

 

En Mesopotamia, Egipto e india: el trigo y la cebada

En China: Arroz, mijo y trigo

En Mesoamérica chile, frijol, calabaza y maíz.

 

 

Algunas plantas que fueron originalmente cultivadas y luego domesticadas son:

 

 

 

El chile:

De acuerdo con Emiliy McClung de Tapia y Judith Zurita Noriega. Las formas cultivadas del chile mesoamericano (Capsicum annum) se derivan de variedades silvestres distribuidas en el Centro de México. Los restos arqueo botánicos corresponden a la fase “El Riego” (7000-5000 a.C.) en Tehuacán y a la fase “Infiernillo” (7000-5000 a.C.) en el suroeste de Tamaulipas.

 

 

 

El frijol (Phaseolus spp):

El análisis que se ha hecho a diversas especies de este tipo de frijol, y que aún consumimos, revela que sus antecedentes y origen se encuentran en el área de lo que hoy se conoce como el estado de Jalisco.

 

 

 

La calabaza (Cucurbita spp):

De acuerdo con las investigadoras McClung de Tapia y Zurita Noriega, se han reportado semillas de cucúrbita silvestre en varios sitios en cuevas en Tamaulipas y Oaxaca, fechadas entre 8000 y 7000 años a.C. También se recuperaron semillas parecidas a la Cucurbita pepo en Tamaulipas y Tehuacán (aproximadamente 5200 años a.C.).

 

 

 

El maíz (Zea mays):

Es sin duda, uno de los elementos centrales de nuestra cultura, aunque su origen continúa siendo discutido por los especialistas. Lo cierto es que hoy en día sigue siendo la base de la alimentación en México.

 

Con la domesticación de plantas y semillas en todo el mundo antiguo, principalmente de cereales como el maíz, trigo, cebada y arroz, los habitantes de las aldeas modificaron sus relaciones y organizaciones sociales. Se fueron transformando en sociedades más jerarquizadas. Poco a poco en esas aldeas mejoró la alimentación y aumentó la población. Como resultado, surgió la especialización en nuevas labores. La base de la economía aldeana era la agricultura y algunas personas se dedicaron al campo y otras a labores como la artesanía, la construcción, la administración y la religión, que respondían a las necesidades de las nuevas urbes. Así, surgieron las grandes ciudades.

 

Sin embargo, en la actualidad se conoce que las ciudades antiguas no solo fueron construidas como consecuencia de la reorganización social y jerárquica de las sociedades agrícolas. Hoy se conoce una excepción en Sudamérica, en el sitio de Caral en Perú. Aquí se edificó una ciudad cuya base de la economía no fue la agricultura, sino el comercio. La civilización de Caral o cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1500 a.C., fechas que anteceden a las fechas de la creación de las grandes urbes de las civilizaciones agrícolas hacia el 2500 a.C.

 

Para ampliar los conocimientos sobre el proceso de domesticación de semillas y plantas, observa el siguiente video.

 

 

 

Cazar o sembrar.




 

 

https://www.youtube.com/watch?v=guNezGq9e6k

 

 

 

 

 

En los años cincuenta del siglo XX, Vere Gordon Childe, un arqueólogo australiano; propuso el primer modelo explicativo del origen de la agricultura, que trataba de contestar dónde, cómo y por qué surgió. Llamó a este momento de transformación de las sociedades como la “Revolución Neolítica”.

 

Childe creó la “teoría del oasis” en la cual explica que un cambio climático, al final del Pleistoceno provocó la desertificación de una gran parte del Medio Oriente. Ello provocaría la disminución de cereales y las personas se vieron obligadas a preservar las semillas y cultivarlas en los oasis.

 

Tiempo después, otro investigador de nombre Lewis R. Binford, expuso una de las primeras explicaciones sobre el cambio demográfico para explicar el origen de la agricultura. De acuerdo con esta explicación, fueron los cambios en la población los que condujeron a la producción de alimentos.

 

Otro investigador de nombre Mark Nathan Cohen, concluye que la agricultura se practicaría en virtud de cubrir una necesidad de mayor cantidad de alimentos. Es decir, el crecimiento de la población condujo a la intensificación de técnicas de cultivo.

 

En lo que respecta a lo que ahora es el territorio mexicano, los resultados de investigaciones señalan que el cultivo de plantas y el desarrollo de una economía agrícola se establecieron por primera vez hacia el Centro de México, aunque es probable que procesos regionales se desarrollaran desde épocas anteriores.

 

En el siguiente video se expone en dónde y cuándo surgió la domesticación en el territorio mexicano.

 

 

 

Valle de Tehuacán-Cuicatlán, hábitat originario de Mesoamérica.

 

 


https://www.youtube.com/watch?v=35t7P3ALP4M

 

 

 

 

 

El concepto cultivo incluye un conjunto de formas de manejo, ya sea de poblaciones o comunidades vegetales, mientras que la domesticación es un proceso evolutivo que resulta de manipular los genotipos de las plantas y no necesariamente se logra con sólo manejar el ambiente […]

 

 

 

Es decir, “la domesticación puede ocurrir a través de formas de manejo no agrícola, no consideradas formas de cultivo […] La domesticación se define, por tanto, como un proceso de selección genética continuo (consciente o inconscientemente) ejercida por los humanos durante la adaptación de plantas y animales, que puede ser para el cultivo o crianza, respectivamente […] En lo que respecta a las plantas, este proceso genera cambios morfológicos, fisiológicos y genéticos.”

 

 

 

 

De lo anterior se desprende que la domesticación es una consecuencia del cultivo.

 

 

 

Ahora observa cómo lo expresa otro biólogo medioambientalista y especialista en la divulgación de la ciencia, el maestro José Ma. Marmaneu Palero. Él explica que la domesticación vegetal es un proceso de muy larga duración, dice que:

 

 

 

La domesticación se inicia cuando una planta silvestre es aprovechada y explotada por el ser humano, derivando con el tiempo en un cultivo intencionado de la misma. Este cultivo o similar, en una zona controlada y supervisada, introduce la variable de poder seleccionar por nuestros propios intereses características valiosas que surgen de manera natural en las poblaciones vegetales, adaptando de esta manera la diversidad biológica a las necesidades de la sociedad humana.”

 

 

 

 “Es importante recalcar que el cultivo inicial no implica aún domesticación, ya que simplemente supone formas de manejo como el control en la germinación, en los cuidados o en la recolección de una población silvestre de plantas. Solo se puede hablar de domesticación cuando tras varias generaciones, tras un proceso de selección manual, los genes que expresan las características de interés se han fijado en la población silvestre como consecuencia de nuestra intervención.”

 

 

 

La domesticación estaba en camino. Para reafirmar lo que acabas de conocer, observa el siguiente video.

 

 

 

La domesticación de los cultivos - Parientes silvestres de cultivos mesoamericanos.

 




https://www.youtube.com/watch?v=-qCD5H5f-w8

 

 

 

 

Los seres humanos han realizado acciones que los han conducido a lograr mejores condiciones de vida. Una de estas acciones es la producción de alimentos.

 

El proceso de domesticación de semillas y plantas: como chile, frijol, calabaza y el maíz, contribuyó a modificar la forma de organización de los seres humanos llevándolos de una actividad de caza - recolección a producir sus propios alimentos.




MIÉRCOLES  14  DE OCTUBRE





LOS HOMBRES DEL MAÍZ

 

Aprendizaje esperado: Conoce el proceso en el que la domesticación de plantas y animales dio paso a asentamientos de los primeros agricultores.

 

 

 

Énfasis: Conocer la importancia de la domesticación del maíz y el establecimiento de las sociedades agrícolas.

 

 

 

 

 

¿Qué vamos a aprender?

 

 

 

Explorarás el fascinante mundo de las civilizaciones agrícolas que se asentaron en América. En esta sesión, te centrarás en la importancia del maíz entre las sociedades agrícolas que se establecieron en el continente americano, específicamente en el México antiguo

 

Lee un fragmento de una interesante leyenda del México antiguo, tomado del libro sagrado de los mayas, “El Popol Vuh”.

 

 

 

La creación de los hombres de maíz

 

 

 

Y después dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llamaban Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados. Que aparezca el hombre, la humanidad sobre la superficie de la tierra".

 

 

 

Éstos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac (el gato de monte), Utiú (el coyote), Quel (una cotorra vulgarmente llamada chocoyo) y Hoh (el cuervo). Estos cuatro animales les dijeron que fueran al pueblo de Paxil y les enseñaron el camino.

 

 

 

Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas, y abundante también en cacao y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en aquel pueblo llamado de Paxil.

 

 

 

Había alimento de todas clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y grandes. Los animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo lxmucané, la diosa adivina, nueve bebidas. Y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura, y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron los Progenitores, Tepeu, dios creador, y Gucumatz, padre y madre de todo lo que hay en el agua.

 

 

 

A continuación, entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre... Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.

 

 

 

Se dice que ellos sólo fueron hechos y formados, no tuvieron madre, no tuvieron padre. Sólo por un prodigio, por obra de encantamiento, fueron creados y formados por el Creador, el Formador, los Progenitores: Tepeu y Gucumatz. Y como tenían la apariencia de hombres, hombres fueron. Hablaron, conversaron, vieron y oyeron, anduvieron, agarraban las cosas. Eran hombres buenos y hermosos y su figura era de varón.

 

 

 

Fueron dotados de inteligencia. Vieron y al punto, se extendió su vista, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al instante veían a su alrededor y contemplaban en torno a ellos la bóveda del cielo y la faz redonda de la tierra.

 

 

 

Las cosas ocultas, por la distancia, las veían todas, sin tener primero que moverse; enseguida, veían el mundo desde el lugar donde estaban. Grande era su sabiduría. Su vista llegaba hasta los bosques, las rocas, los lagos, los mares, las montañas y los valles.

 

 

 

Éstos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé; el segundo, Balam-Acab; el tercero, Mahucutah; y el cuarto, Iqui-Balam.

 

 

 

Entonces les preguntaron el Creador y el Formador:

 

 

 

—¿Qué piensan de su estado? ¿No miran? ¿No oyen? ¿No son buenos su lenguaje y su manera de andar? ¡Miren, pues! ¡Contemplen el mundo, vean!

 

 

 

—Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos. Sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca. Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Les damos gracias, pues, por habernos creado, ¡oh, Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh, abuela nuestra!, ¡oh, nuestro abuelo! —dijeron dando las gracias por su creación y formación.

 

 

 

Acabaron de conocerlo todo y examinaron los cuatro rincones y los cuatro puntos de la bóveda del cielo y de la faz de la tierra.

 

 

 

Pero el Creador y el Formador no oyeron esto con gusto.

 

 

 

—No está bien lo que dicen nuestras criaturas, nuestras obras. Todo lo saben, lo grande y lo pequeño, —dijeron.

 

 

 

Y así, celebraron consejo nuevamente los Progenitores.

 

 

 

—¿Qué haremos ahora con ellos? ¡Que su vista sólo alcance a lo que esté cerca, que sólo vean un poco de la faz de la tierra! ¡No está bien lo que dicen! ¿Acaso no son por su naturaleza simples criaturas y hechuras? ¿Han de ser ellos también dioses? ¿Y si no procrean y se multiplican cuando amanezca, cuando salga el sol? ¿Y si no se propagan? —así dijeron.

 

 

 

—Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos. ¿Por ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos abarcar grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?

 

 

 

Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca.

 

 

 

Así fue destruida su sabiduría y todos los conocimientos de los cuatro hombres, origen y principio de la raza quiché.

 

 

 

Así fueron creados y formados nuestros abuelos, nuestros padres, por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra.

La lectura de este texto permite iniciar la sesión mostrando la importancia que le daban al maíz los pueblos agrícolas del México antiguo.

 

 

 

Múltiples representaciones en códices, pinturas murales, cerámicas y estelas, entre otros objetos, muestran a las deidades del maíz. El maíz creado como “la planta de la vida”.

 

 

 

Así, la importancia del maíz no solo se manifestó en la alimentación de las sociedades agrícolas, sino también de manera trascendental en la religión.

 

 

 

Es probable que el culto al maíz surgiera desde que la planta originaria fuera domesticada. Los olmecas, considerados como la primera cultura de la civilización agrícola mesoamericana, dejaron plasmada la imagen más antigua que se conoce del dios del maíz, su imagen se encuentra en dos estelas de La Venta, en Veracruz.

 

También en Sudamérica existen mitos de cómo surgió esta planta. Los guaranís de Paraguay cuentan que el maíz tuvo su origen de la nariz de un valiente guerrero que quedó descubierta en su tumba y, de ella nacieron las espigas de maíz.

 

 

Los mitos prehispánicos relatan que el dios maíz se sacrifica, muere y se entierra como semilla, para renacer en forma de planta.

 

 

 

Se atribuye al cultivo del maíz el asentamiento de los recolectores y cazadores y que, a partir de su domesticación, se desarrolló la agricultura en gran parte del territorio del continente americano.

 

 

 

En la actualidad, el maíz sigue siendo parte de las celebraciones de los pueblos indígenas del país y es la base de la alimentación de los mexicanos.

 

 

 

A continuación, observa el siguiente video sobre uno de los mitos de la creación del maíz.

 

 

 

QUETZALCÓATL. MITOLOGÍA DEL PUEBLO DEL SOL.

 

 


 

https://www.youtube.com/watch?v=GUEri9d7fL0

 

 

 

 

En este mito se hace una síntesis del desarrollo de la sociedad azteca desde la creación de los hombres, de cómo Quetzalcóatl les dio el maíz para alimentarse, además de enseñarlos a sembrar, a cazar y darles todos los conocimientos que poseían para sobrevivir. Finalmente, este dios, ante una deshonra, se sacrifica desterrándose.

 

 

 

El proceso de la domesticación del maíz comenzó con la recolección de esa y otras plantas, actividad que llevaban a cabo las mujeres. A través del tiempo, fueron observando y conociendo el ciclo del crecimiento de las plantas y cuáles eran las partes más útiles.

 

 

 

Con ese conocimiento, se fueron seleccionando los granos, modificando la estructura de la planta original a una mazorca cada vez más grande, con mayor cantidad de granos y cubiertos por hojas.

 

 

Descubrieron que, al sembrar el maíz junto con otras plantas como la calabaza y el frijol en la misma parcela o milpa, había un intercambio de propiedades entre ellas, elevando su valor nutricional.

 

 

 

Incluso, nativos americanos llamaban a estas especies “las tres hermanas” y creían que no debían ser separadas para no hacer enojar a los dioses.

 

 

 

Este es un asunto controversial pues presenta muchas diferencias en las investigaciones arqueológicas.

 

 

El inicio del cultivo de esta planta se ubica entre los 8,000 a los 10,000 años aproximadamente. Y se cree que se inició en Tehuacán, Puebla. Pero también se opina que tuvo lugar en la región del río Balsas (Guerrero).

 

 

De acuerdo con la etno-historiadora, Teresa Rojas Rabiela, la invención de la agricultura fue un proceso muy largo que tuvo lugar en el curso de varios milenios. Entre los años 1500 y 1000 de nuestra era comenzaron a aparecer las primeras aldeas permanentes de cultivadores en diversos puntos en la región que con el paso del tiempo conoceríamos como Mesoamérica. Se domesticaron las calabazas, el maíz, el aguacate, los amarantos, los frijoles, los chiles el tomate verde, el cacao, las anonas, los zapotes, los magueyes, los nopales y el algodón, entre otras 70 especies diferentes.

 

 

 

Lo cierto es que su origen se encuentra en Mesoamérica, y se extendió paulatinamente al resto del continente americano. Siendo el maíz, el máximo obsequio que México ha dado al mundo.

 

 

 

Ahora, observa el siguiente video para saber más sobre el maíz.

 

 

 

MAÍZ: DE MÉXICO PARA EL MUNDO.

 

 


https://www.youtube.com/watch?v=1n6QQXU6b1g

 

 

En el proceso de domesticación descubrieron diversos usos: como el del nixtamal, las tlaxcallis y lo que ellos llamaron momoxtli.

 

 

Nixtamal: Nextli, cenizas de cal. Tamalli, masa de maíz cocido.

Tlaxcalli: significa tortilla o pan de maíz.

Momoxtli: grano de maíz conocido como palomitas.

 

Ellos utilizaron las hojas que cubrían los granos para hacer cestos, tapetes, así como para envolver los alimentos antes de cocinarlos al fuego. También crearon herramientas que les permitiera optimizar el procesamiento del grano.

 

Asimismo, empleaban una piedra con una oquedad para cocer grano, algo parecido a un molcajete. Y a partir de entonces ampliaron sus formas de preparación.

 


 

 

Además, de que el maíz aporta grandes beneficios alimenticios, influye positivamente en el estado de ánimo, concentración, memoria y sueño.

 

A partir de que su cultivo se convirtió en la actividad principal para la alimentación, las sociedades de cazadores-recolectores dejaron de ser nómadas, se convirtieron en sociedades agrícolas y sedentarias, lo cual modificó sus costumbres, diversificó sus actividades, dejaron de ser igualitarios y la sociedad se jerarquizó, transformó la religión e influyó en la cosmovisión de estos pueblos, hasta convertirse en organizaciones sociales de gran complejidad política, social y cultural.

 

Otra civilización americana relevante, además de la civilización Mesoamericana, fue la de los Incas del Perú, que abarcaron la parte occidental del sur de América.

 


 

Los incas se ubicaron en una región con características geográficas dificultosas para la agricultura. Sin embargo, adoptaron el sistema de cultivo de terrazas, que son como peldaños de una escalera en las laderas de montañas

 

 

 

A continuación, el siguiente vídeo e identifica los cambios que ocurrieron en los pueblos que adoptaron el cultivo del maíz.

 

 

 

IROQUÉS, VISIÓN ARQUEOLÓGICA DE UNA ANTIGUA CULTURA DE QUEBEC.

 


 

https://www.youtube.com/watch?v=DUv_9sedYwo

 

 

 

 

En este video, observaste un ejemplo de cómo el cultivo del maíz fue modificando las costumbres de los pueblos que basaron su alimentación en esta planta, incluso la adopción de la milpa mesoamericana a la que los iroqueses llamaban “la siembra de las tres hermanas”, maíz, calabaza y frijol, para evitar el deterioro del terreno.

 

 

 

EN RESUMEN

 

 

 

El proceso de domesticación vegetal duró miles de años.

El maíz se originó en Mesoamérica.

La domesticación del maíz y la adopción de la agricultura, como principal actividad económica, fue modificando las costumbres y la organización social de los pueblos.

Surgieron mitos de la creación en la que intervienen los dioses del maíz.

Aparecieron las construcciones monumentales y los sistemas de riego.

Se creó la milpa.

La adopción del maíz contribuyó al desarrollo de las grandes civilizaciones en Mesoamérica.

Surgieron culturas complejas como los Incas en Perú, los mayas y los mexicas en Mesoamérica.

 

 

Ahora el cultivo del maíz se produce en todos los continentes excepto en la Antártida, y es uno de los tres cultivos más importantes del mundo, junto con el trigo y el arroz.

 

 

 

Para saber más de éste y otros temas, puedes recurrir a tu libro de texto u otras fuentes. Incluso puedes entrevistar a alguno de tus familiares para que te diga lo que sabe sobre el maíz.



SEMANA 8

 

VIERNES 16 DE OCTUBRE.

 

LAS SÚPER ÁREAS CULTURALES DEL MÉXICO ANTIGUO

 

Aprendizaje esperado: Reconoce la ubicación de las súper áreas culturales que conformaron el México antiguo e identifica las principales características de cada una de ellas.

 

 



 

Énfasis: Conocer las súper áreas culturales del México Antiguo: Aridamérica, Oasisamérica y Mesoamérica.

 

 

 

 

¿Qué vamos a aprender?

 

Conocerás e identificarás las súper áreas que conformaron el México Antiguo: Aridamérica, Oasisamérica y Mesoamérica. Además, valorarás diversos aspectos que influyeron en el desarrollo de los seres humanos que habitaron estos territorios: la importancia de la agricultura, la influencia del espacio geográfico y el clima.

 

 

 

Lee con atención la siguiente lectura de un fragmento del prólogo escrito por Carlos Fuentes, en el libro “El alma de México”. Conforme vayas leyendo, imagina lo que narra el escritor.

 

 

El alma de México

 

México tiene el rostro de la creación. Guiados por el jaguar olmeca, ascendemos a los altos miradores mexicanos. Algunos de sus frutos son dulces, otros amargos.

 

México ha sido descrito como un país de tres pisos. El primer piso, la costa tropical. El segundo, los valles subtropicales y templados. El tercer piso, el más alto, las grandes montañas, los grandes volcanes de México.

 

Cuando el emperador Carlos V le preguntó a Hernán Cortés cómo era ese país que había conquistado, el capitán tomó un pergamino duro de la mesa del emperador, lo hizo un puño en la mano, lo volvió a depositar y dijo: eso es México.

 

Un país de valles que se convierten en montañas que se convierten en desiertos, un país de orografía abrupta y comunicaciones difíciles. Un país cruzado por el trópico de cáncer y de norte a sur por las dos vertientes de la Sierra Madre coronada por los grandes volcanes: el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Citlaltépetl, el Nevado de Toluca.

 

¡Con qué esfuerzo debieron los primeros mexicanos, frente a esta naturaleza, construir sus grandes templos y ciudades! ¡Con qué amor debieron crear sus poemas, sus pinturas, sus esculturas, sus cánticos! ¡Con qué voluntad debieron crear un mundo humano para darle respuesta a la naturaleza y a los dioses!

 

Cuicuilco, La Venta, Tajín, Teotihuacán, Xochicalco, Mitla Monte Albán, Tula, estos son los nombres bautismales de los antiguos mexicanos.

Desde su origen en las costas del Golfo, las culturas del México antiguo han evocado la leyenda de los cinco soles como una manera de medir el tiempo del hombre sobre la tierra. El sol nace, asciende a su cenit, desciende y muere solo para renacer al día siguiente y reanudar el ritmo de la vida.

El primer sol de México viene del oriente y aparece en las costas del Golfo. Es la cultura olmeca que, como otras grandes civilizaciones, la de Mesopotamia, la de Egipto, nace junto a los grandes ríos y ahí se establece como cultura sedentaria. Define espacios ceremoniales, levanta pirámides y en las estelas fija su tiempo y su linaje. Pero como en todas las culturas aborígenes, la de los olmecas también presenta una tensión sorda entre el hombre y los dioses.

Las colosales cabezas de la cultura olmeca siempre me han parecido como cabezas de dioses pugnando por salir de la tierra.

Pero al lado de estas maravillosas cabezas, las culturas del Golfo son capaces también de crear esculturas menudas, cálidas, sonrientes y también figuras emancipadas, figuras de una enorme libertad humana, como el famoso Luchador.

 

Pero quizá todo esto lo vigila el jaguar, un jaguar comparable al de las pinturas del aduanero Rosseau, o a ese tigre del famoso poema de William Blake, que brilla en las selvas de la noche. Y es también, quizá, el jaguar el que guía a los pueblos de la costa hacia la alta meseta metafísica de Oaxaca, de Monte Albán, para que ahí lo sagrado y lo profano se reúnan y el mundo vuelva a nacer […].

 

 

 

 “Una superárea cultural supone la existencia de grupos humanos ligados por un conjunto complejo y heterogéneo de relaciones. A lo largo de los milenios, éstas se establecen entre sociedades que viven en áreas contiguas; el resultado son tradiciones o historias compartidas. […]Más que como un conjunto de elementos inmutables en el tiempo y en el espacio, las tradiciones que caracterizan una superárea cultural deben concebirse como una particular corriente de concepciones y prácticas en continua evolución multisecular y con notables particularidades regionales. Las sociedades de una misma superárea cultural podían diferir en nivel de desarrollo. Lo importante fue que las relaciones se constituyeron en forma estructural y permanente”.

 

 

La ubicación espacio temporal es fundamental para la comprensión de los procesos históricos. Además de ubicar geográficamente las tres superáreas culturales, es importante realizar una relación pasado-presente al vincularlas con el espacio geográfico que habitan.

 

 

Observa el siguiente video y presta mucha atención a lo que se explica de las superáreas culturales.

 

LAS ÁREAS CULTURALES DEL MÉXICO ANTIGUO

 


 

https://www.youtube.com/watch?v=sFk8FDn6eLg

 

 

 

Conocer las diferencias entre cultura, civilización y tradición, así como la manera en que surgieron las primeras civilizaciones, permite comprender mejor la historia de los pueblos indígenas del México antiguo y las diferencias entre ellos.

 

Los grupos humanos que vivían en este territorio eran muchos y muy diversos, pero se agruparon en tres grandes superáreas.

 

 

 

Aproximadamente entre el año 5000 y el 2500 antes de Nuestra Era, en el actual territorio mexicano, los grupos de cazadores-recolectores comenzaron a desarrollar la agricultura, por lo que su alimentación, actividades y organización social cambiaron de manera paulatina.

 

Estos cambios no fueron homogéneos, las diferencias climáticas, los recursos naturales y la situación geográfica, influyeron para diferenciar el desarrollo de tres superáreas culturales: Aridamérica Oasisamérica y Mesoamérica. Entre 2500 y 1200 antes de Nuestra Era, la agricultura se consolidó en Mesoamérica, lo que permitió que se establecieran las primeras aldeas agrícolas sedentarias, las condiciones climáticas influyeron en el tipo de desarrollo tanto agrícola como cultural.

 

Los cazadores-recolectores tuvieron una existencia de miles de años y que durante todo ese tiempo fueron capaces de sobrevivir en todos los medios, adaptarse, aprender y a partir de sus experiencias crear manifestaciones culturales propias.

 

Con el tiempo se fueron diferenciando según las regiones donde se ubicaban, unos se convirtieron en sedentarios y agricultores en las regiones con mayor diversidad de recursos, en el centro de México hasta Centroamérica; otros que permanecieron nómadas en territorios más inhóspitos en el norte del territorio de lo que hoy es México y sur de los Estados Unidos. Y así surgen las dos áreas culturales más grandes en que se divide el México antiguo, Mesoamérica y Aridamérica.

 

 

 

Más tarde, grupos de agricultores se asentaron en tierras fértiles dentro de la gran zona árida, dando por resultado lo que se conoce como Oasisamérica.

 

Esta situación cambio de manera paulatina, a partir de una técnica cultural inventada por los humanos: la agricultura. No pensemos que fue un cambio inmediato, que dio inicio con un grupo de personas que aprendió a cultivar en poco tiempo, o que se extendió por todo el territorio.

 

Las civilizaciones agrícolas del mundo antiguo, como Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, por ejemplo, basaron su alimentación en cereales como la cebada y el trigo. También la alimentación de las civilizaciones del lejano oriente, como China e India, estaba sustentada en un cereal: el arroz. Asimismo, la alimentación de las civilizaciones mesoamericanas se basaba en el maíz y por eso se les llama “las civilizaciones del maíz”

 

 

LAS ÁREAS CULTURALES DEL MÉXICO ANTIGUO

 

 

1. Oasisamérica

 

Abarcaba partes del suroeste de Estados Unidos y del norte de México, y era habitada, al igual que Mesoamérica, por grupos sedentarios agrícolas que llegaron a poseer manifestaciones culturales complejas.

 

Aunque los pueblos de Oasisamérica poseían prácticas culturales distintivas, también compartían algunos rasgos con los de Mesoamérica, área con la que mantenían relaciones al parecer fundadas en un sistema de intercambio comercial.

 

El territorio ocupado por Oasisamérica fue durante miles de años parte de la zona aridoamericana, y en ese entonces estuvo habitado por grupos nómadas de cazadores-recolectores. El surgimiento de culturas sedentarias en esta zona fue bastante posterior al de Mesoamérica; comenzó en los siglos anteriores a nuestra era y es posible que se consolidara a partir del 100 de Nuestra Era.

 

 

 

Oasisamérica incluye tres grandes culturas: la Anasazi, la Hohokam y la Mogollón. Esta última es la que se extendió sobre el norte del actual territorio mexicano y es a la que se relaciona el sitio oasisamericano más importante: Casas Grandes o Paquimé. Algunos autores prefieren considerar al desarrollo Mogollón del área mexicana como una región específica, a la que llaman cultura Casas Grandes.

 

 

2. Aridamérica

 

Las sociedades de esta extensa región semiárida, situada al norte de México, conservaron por milenios un modo de vida nómada y una subsistencia basada en la caza-recolección. Como las otras áreas culturales, Aridamérica comprende varias regiones con características propias, regionalización que en este caso fue determinada por ciertos matices en las condiciones ambientales y en prácticas culturales propias de cada etnia, uno de esos rasgos era el idioma.

 

Esos grupos poseían numerosas lenguas. Eso permitió a conquistadores y colonizadores españoles identificar la diversidad étnica que caracterizaba al área, en la que al momento de la conquista existían grupos como guachichiles, conchos y tarahumaras.

 

Una gran parte de Aridamérica se localiza en el territorio de Estados Unidos, en donde se encuentran las regiones conocidas como Centro y Sur de California, Gran Cuenca, Noroeste de Arizona. Los miembros de esta última, que se extendían sobre parte de los estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila, se encuentran entre los últimos grupos nómadas en ser sometidos, lo que finalmente ocurrió en los albores del siglo XX.

 

Las condiciones ambientales de la zona determinaron en gran medida el desarrollo de los grupos que la habitaron. Por ser un área en la que parte del territorio presenta condiciones de aridez –aunque en su conjunto posea un régimen pluvial limitado y errático–, no tiene las condiciones ambientales adecuadas para el desarrollo de la agricultura.

 

 

 

Cabe aclarar que, aun bajo ese esquema general de nomadismo y caza-recolección, existían diversos matices, tanto en la manera concreta en que desarrollaban sus actividades como en los instrumentos que utilizaban. Esto, en buena medida, era consecuencia de la variedad del medio ambiente, lo cual planteaba a sus habitantes exigencias diversas y modos distintos de resolverlas. Así, por ejemplo, en ciertos momentos y entre ciertos grupos existía una preferencia por la recolección sobre la caza, mientras que los grupos de Baja California, además de la recolección se dedicaban a la pesca y poseían los conocimientos suficientes para fabricar embarcaciones.

 

La permanencia de esos grupos nómadas de cazadores-recolectores, más que como consecuencia de una falta de evolución cultural, debe verse como una exitosa adaptación y sobrevivencia ante un medio especialmente difícil. Para ello, contaban con un instrumental básico, pero de probada eficacia, lo que en sí mismo constituye un notable logro cultural. De cualquier modo, gracias a las crónicas de la época del contacto con los españoles, se posee información sobre prácticas que denotan la existencia de complejos sistemas rituales.

 

El tratamiento a los cuerpos de los muertos y, sobre todo, la gran cantidad de pinturas rupestres y petroglifos –con una enorme variedad de motivos, tanto naturalistas como simbólicos–, los cuales se distribuyen por toda el área aridoamericana, son ejemplo de un sistema de creencias más o menos elaborado. Entre los principios de nuestra era y el año 1000 de Nuestra Era, una amplia franja de Aridamérica fue colonizada por grupos mesoamericanos que establecieron una gran cantidad de asentamientos relacionados con diversos desarrollos culturales.

 

Es posible que esta expansión mesoamericana fuera consecuencia, entre otros factores, de una época de condiciones climáticas favorables. Los pueblos sedentarios mantuvieron una relación no exenta de conflictos con los nómadas de la región. En la época de la conquista, Aridamérica se extendía hasta el río Lerma y los asentamientos mesoamericanos del norte habían sido abandonados.

 

 

3. Mesoamérica

 

El área que ocupaba Mesoamérica es una extensa región rica en recursos naturales, ya que en ella existen diversos ecosistemas regiones semiáridas, selvas tropicales, montañas, planicies costeras, bosques templados, pantanos y mesetas, así como un rico sistema hidrográfico formado por ríos y lagos.

 

Esta diversidad geográfica y ecológica influyó en el desarrollo de las distintas civilizaciones que habitaron esa zona.

 

Entre ellas hubo un constante intercambio de productos e ideas   que favoreció la integración cultural de todos los grupos. Por ello, aunque cada una hablaba su propia lengua y tenía rasgos característicos propios, todas las civilizaciones mesoamericanas compartieron ciertos elementos culturales, especialmente aquellas que habitaban zonas geográficas con ecosistemas similares: todas ellas fueron civilizaciones agrícolas cuya base alimentaria fue el maíz, se organizaron a través de una clara diferenciación social, desarrollaron un alto grado de urbanismo, basaron su ideología en religiones politeístas y crearon formas diversas de escritura y numeración. Asimismo, trabajaron con maestría el barro, la piedra, la madera, las plumas de ave como el quetzal, las pieles de algunos animales como el jaguar, el algodón y otras fibras naturales en la manufactura textil.

 

 

 

No todas las civilizaciones mesoamericanas se desarrollaron de forma simultánea y, aunque es difícil determinar fechas precisas de inicio y fin de cada una, los especialistas han dividido su desarrollo en tres grandes periodos para facilitar su estudio: periodo preclásico, periodo clásico y periodo posclásico.

 

En Mesoamérica se desarrollaron las más importantes civilizaciones de la región central de América, desde 2500 antes de Nuestra Era, hasta la rendición de México-Tenochtitlan en 1521. En el periodo preclásico se desarrollaron las civilizaciones cuicuilca y olmeca empezaron su desarrollo los zapotecas y algunas ciudades mayas; en el clásico se desarrolló la civilización teotihuacana y alcanzaron su esplendor los zapotecas y los mayas, y en el posclásico se desarrollaron las civilizaciones tolteca, mexica, mixteca, purépecha.

 

 

 

Durante miles de años los pueblos que habitaron estas super áreas desarrollaron cientos de culturas diferentes y hablaron cientos de lenguas distintas, pero, a pesar de sus diferencias, tuvieron profundos contactos y similitudes entre sí: comerciaron, hubo conflictos de guerra, se conquistaron unos a otros; todo esto los llevo a intercambiar muchos elementos culturales.

 

Hoy, en nuestro país, viven pueblos descendientes de estas sociedades, que conservan su propia lengua y formas de organización, de entender el mundo y de defender su identidad étnica, y, aunque cada uno de estos pueblos se ha dado a sí mismo un nombre, se les suele llamar “indígenas” que quiere decir “pueblos originarios”.

 

A continuación, observa el siguiente video que habla de la frontera entre Mesoamérica y Aridoamérica.

 

 

 

ALTAVISTA, CHALCHIHUITES.

 

 

 


 

https://www.youtube.com/watch?v=S8AW7FmrUfQ

 

 

Las tres súper áreas rebasaban lo que actualmente es el territorio de México.

 

En esta sesión, valoraste diversos aspectos que influyeron en el desarrollo de los seres humanos que habitaron estos territorios: la importancia de la agricultura, la influencia del espacio geográfico, el clima.




ACTIVIDADES  SEMANA 8





1.  Actividad lunes 12 de octubre


* Realiza la lectura detallada del texto anterior.


*Observa los vídeos que se comparten.


* Explica con tus propias palabras como se logró domesticar el maíz (teocintle).

 

 *Incluye una ilustración o dibujo de este proceso.

 


Puedes apoyarte en el libro de texto y recurrir a otras fuentes que tengas a tu alcance.



 

 

 

 2.   Actividad Miércoles 14 de octubre 


En una hoja de tu libreta crea una lista donde menciones 15 usos del Maíz, puedes abarcar  las  áreas doméstica, farmacéutica e industrial.


3.   Actividad integrada viernes 16 de octubre.

ü  Coloca el tema y fecha en tu libreta.

 

ü  LAS ÁREAS CULTURALES DEL MÉXICO ANTIGUO.

 

ü  Crea un mapa de las tres áreas culturales del México antiguo,  representa con un color diferente cada área.

 



Puedes apoyarte en el libro de texto y recurrir a otras fuentes que tengas a tu alcance.






 Recuerda integrar las actividades de lunes, miércoles y viernes en  una sola entrega semanal a realizar antes del  miércoles 21 de octubre.






 ¡Buen trabajo! 


Gracias por tu esfuerzo 

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