LA CONQUISTA III
ESCUELA SECUNDARIA GENERAL «PAPANTLA»
PROFESOR: JOSÉ VILLAGÓMEZ REYES
HISTORIA II
LA CONQUISTA III
Aprendizaje
esperado: Identifica
las características del proceso de conquista militar en otras regiones del
México antiguo. Conoce la manera en que algunos grupos indígenas resistieron y
cómo los conquistadores lograron imponer su dominio.
Énfasis: Conocer
la resistencia de los mayas a la conquista y los avances de los conquistadores
hacia el noroeste por mar y tierra.
En esta semana continuarás con
el estudio de la Conquista en regiones del México antiguo. En esta sesión,
indagarás en la región del sureste con los mayas, donde conocerás la
resistencia que hubo por parte de este grupo. Asimismo, analizarás sobre los
avances de los conquistadores hacia el noroeste por mar y tierra.
Brevísima
relación de la destruición de las Indias
El año de mil quinientos
veinte y seis fue otro infeliz hombre proveído por gobernador del reino de
Yucatán, por las mentiras y falsedades que dijo y ofrecimientos que hizo al
rey, como los otros tiranos han hecho hasta ahora, porque les den oficios y
cargos con que puedan robar. Este reino de Yucatán estaba lleno de infinitas
gentes, porque es la tierra de gran manera sana y abundante de comidas y frutas
mucho (aún más que la de Méjico), y señaladamente abunda de miel y cera más que
ninguna parte de las Indias de lo que hasta ahora se ha visto.
La gente era señalada entre
todas las de las Indias, así en prudencia y policía como en carecer de vicios y
pecados más que otra, y muy aparejada y digna de ser traída al conocimiento de
su Dios, y donde se pudieran hacer grandes ciudades de españoles y vivieran
como en un paraíso terrenal, si fueran dignos de ella; pero no lo fueron por su
gran codicia e insensibilidad y grandes pecados, como no han sido dignos de las
otras partes que Dios les había en aquellas Indias demostrado.
Comenzó este tirano con
trecientos hombres, que llevó consigo a hacer crueles guerras a aquellas gentes
buenas, inocentes, que estaban en sus casas sin ofender a nadie, donde mató y
destruyó infinitas gentes. Y porque la tierra no tiene oro, porque si lo
tuviera, por sacarlo en las minas los acabara […]
No bastaría a creer nadie ni
tampoco a decirse los particulares casos de crueldades que allí se han hecho.
Sólo diré dos o tres que me ocurrieron. Como andaban los tristes españoles con
perros bravos buscando y aperreando los indios, mujeres y hombres, una india
enferma, viendo que no podía huir de los perros, que no la hiciesen pedazos
como hacían a los otros, tomó una soga y ahorcase de una viga […].
Cuando se salían los españoles
de aquel reino dijo uno a un hijo de un señor de cierto pueblo que se fuese con
él; dijo el niño que no quería dejar su tierra. Responde el español: "Vete
conmigo; si no, cortarte he las orejas". Dice el muchacho que no. Saca un
puñal y córtale una oreja y después la otra.
Este hombre perdido se jactó
delante de un venerable religioso, desvergonzadamente, diciendo que trabajaba
cuanto podía por empreñar muchas mujeres indias, para que, viéndolas preñadas,
por esclavas le diesen más precio de dinero por ellas.
Véase aquí cuánta es la
insensibilidad de los españoles en aquellas tierras […] inauditas crueldades
que hicieron los que se llaman cristianos en este reino, que no basta juicio a
pensarlas, sólo con esto quiero concluirlo: que salidos todos los tiranos
infernales de él con el ansia, que los tiene ciegos, las riquezas.
El complejo
proceso de dominación al que se conoce como Conquista ocurrió de distintas
maneras entre los diversos pueblos mesoamericanos. Las fechas, rutas, objetivos
y mecanismos por los que los españoles terminaron ejerciendo un control
económico, político y social en la Nueva España sucedieron con diferencias
sustanciales en cada latitud. Para el caso de los pueblos mayas, en particular,
aquellos de la península de Yucatán, esta fue una historia de perpetua
resistencia a la intrusión extranjera.
Los pueblos mayas se
resistieron, en un primer momento, con acciones militares, ataques armados y
rebeliones, pero también con una vertiente muy arraigada de resistencia que
aparenta no serlo; como estudiarás durante la sesión, estas comunidades
encontraron muy diversas formas de aparentar su rendición frente a la
cristiandad mientras protegían y ejercían antiguas ceremonias a sus dioses.
Los mayas cumplían con los
requerimientos de la nueva dinámica de trabajo en un intento por salvar la vida
y de adaptarse a la urbanidad europea, combinándola con formas de socialización
prehispánicas. Todas estas estrategias de adaptación y supervivencia se
hicieron necesarias, en su mayoría, por la brutalidad de los conquistadores
militares y religiosos.
El proceso de conquista y de
resistencia de los pueblos mayas puede ser dividida, a grandes rasgos, en cinco
etapas: la que va de 1517 a 1521 en la cual los exploradores pasaron por la
península rumbo a otras tierras, sobre todo hacia México-Tenochtitlan.
Entre 1521 a 1535 los
conquistadores buscaron establecer el dominio sobre esos territorios, con poco
éxito, gracias a la resistencia armada de los mayas y a su estrategia de
abandono de las ciudades; en el periodo entre 1535 y 1540 los castellanos
abandonaron la península para ir en busca de otros territorios o regresaron a
España, mientras tanto, las poblaciones se vieron severamente diezmadas por
catástrofes naturales y enfermedades.
La etapa de mayor
confrontación tuvo lugar entre 1540 y 1547. Los invasores lograron cada vez más
control militar de las poblaciones al asegurar la posesión de cada sitio antes
de avanzar al siguiente y cuya dominación se reforzó por la llegada de los
franciscanos. También se caracterizó por un mayor número de rebeliones
indígenas. Y finalmente, la etapa que comprende los años transcurridos entre
1549 y 1562, en la que la dominación económica, espiritual y política se
afianzó a los ojos de los ibéricos, gracias a la integración de los pueblos
mayas en las dinámicas urbanas hispánicas, la explotación del trabajo y los
ritos cristianos.
En estos años los indígenas
mantuvieron formas de aparente cumplimiento de estas dinámicas, mientras sus
formas de socialización, rituales y religiosidad fueron retiradas del ambiente
público y confinadas a la secrecía.
En 1521 Francisco de Montejo
obtuvo la licencia de la Corona española para la pacificación de la península,
pues pasados los saqueos en la capital mexica crecieron las expectativas de
asentamientos en los territorios mayas.
Montejo salió en una
expedición desde Santo Domingo, pasando por Cozumel y llegando a Xel-Há. En
1526 fue nombrado “Adelantado, Capitán General y Alguacil Mayor de Yucatán,
Cozumel y Tabasco” e inició la primera campaña con el objetivo de pacificar la
península y un año después fundó Salamanca de Xel-Há, la primera población
española en la península. Junto con sus hombres se instaló en el sitio, pero
fueron constantemente amenazados por los indígenas, lo que, junto a las
enfermedades y lo inhóspito del lugar, le llevó a desplazarse.
En 1528, Diego de Mazariegos
fundó la Villa Real de Chiapa, tras una serie de combates con los pueblos
zoques y chiapanecas. Ese mismo año, la reducida expedición de Montejo abandonó
la península de Yucatán diezmada por los combates y las enfermedades.
Entre 1529 y 1534, los
españoles avanzaron militarmente por la parte norte y centro de la península, y
de Campeche a Chetumal. Por donde avanzaban, los indígenas abandonaban las
poblaciones, eliminando las fuentes de abasto, negándose a enseñarles a
conseguir agua dulce y, ocasionalmente, tendiendo emboscadas y ataques armados.
Por su parte, los españoles mataban a los pobladores que no habían logrado huir
y quemaban pueblos y milpas.
En 1530, Montejo inició su
segunda campaña, instalados en Chichén Itzá fueron atacados por los mayas. En
1534, Francisco de Montejo “El Mozo”, hijo de Francisco de Montejo, fue atacado
por los indígenas y derrotado en Chichén Itzá, lo que propició que los
conquistadores, entre 1535 y 1540 abandonaran la península. Mientras tanto, los
pueblos mayas enfrentaron sequías y hambrunas, lo que propició conflictos
internos entre regiones-linajes, en algunos casos detonados por la previa
cooperación de algunos linajes con los españoles.
En 1536, la Villa Real de
Chiapa se convierte en Ciudad Real de Chiapa, y en 1540 inicia la tercera
campaña, dirigida por Montejo “El Mozo”, las alianzas con algunos linajes, le
permitió mantener un año “pacificadas” las provincias del norte y este de la península,
así como conseguir aprovisionamiento y hombres. Éste renombra Salamanca de
Campeche como San Francisco de Campeche.
En 1544 fueron asignados los
primeros cuatro frailes franciscanos a la península de Yucatán. Desde el inicio
fray Bartolomé de las Casas advirtió que las crueldades de la conquista hacían
huir a los nativos a los bosques y que los españoles eran los responsables de
lo que pudiera ocurrir.
Poco después, en 1546, algunas
provincias mayas se rebelaron, asesinando a los españoles que se encontraban en
los pueblos para recolectar los tributos. En 1546 hubo rebeliones en
Chinkinchel, Sotuta, Tazes, Cupul, entre otras, como protesta ante la fundación
de la ciudad española de Valladolid encima del centro de Saci; durante la
rebelión, los indígenas sacrificaron a 16 españoles capturados.
Un año después, nobles mayas
fueron acusados de la “conspiración Xiu” y dispuestos para ser quemados en la
plaza principal de Mérida, pero el franciscano fray Luis de Villalpando
intercedió y logró el perdón de Montejo. Los nobles serían bautizados y
pacificados. Esta conspiración sería el último intento organizado de combatir
violentamente la cristianización.
En 1549 llegó como fraile a
Yucatán el franciscano Diego de Landa. Años después encontraron en Maní una
cueva con figuras de dioses mayas, ello desató una investigación que llevó a
los frailes a darse cuenta de que los indígenas no habían cesado de adorar a
sus dioses y de seguir antiguos rituales religiosos. De acuerdo con algunas
fuentes, más de 4,500 indígenas fueron torturados y al menos 158 muertos
durante los tres meses de interrogatorios.
En 1562, comenzó el Auto de fe
de Maní, donde los frailes dirigidos por Diego de Landa quemaron figuras
religiosas indígenas, torturaron y asesinaron mayas. Además, los frailes se
dieron cuenta de que los indígenas no recordaban las plegarias más esenciales.
Esto se extendería por otras provincias mayas, donde Diego de Landa descubrió
que durante el tiempo en que consideraron establecida y consolidada la evangelización,
en las regiones de Sahcaba, Sotuta y Yaxcaba los mayas ejercían rituales
religiosos para adorar a sus propios dioses.
Para conocer más sobre la
imposición española en los territorios mayas, observa el siguiente video, con
el ejemplo de la ciudad de Izamal.
IZAMAL, EJEMPLO ÚNICO DE URBANISMO MESOAMERICANO Y EUROPEO.
https://www.youtube.com/watch?v=EN72FgnYmjw
Otra importante rebelión de
carácter religioso tuvo lugar en Cisteil en 1761, encabezada por Jacinto Uc,
también conocido como Jacinto Canek, quien exigió que los españoles lo
reconocieran como rey de Yucatán; su movimiento tuvo miles de seguidores y un
carácter anticolonialista, pero también fue derrotado.
Los españoles organizaron un
fuerte ataque para acabar con el movimiento de Canek, que comenzó el 26 de
noviembre de 1761, con más de 500 hombres Canek fue descuartizado; y sus
seguidores obligados a seis años de trabajos forzosos. Así terminó una de las
más importantes rebeliones indígenas mayas.
En otras latitudes la
expansión y colonización del noroeste de la Nueva España se consolidó por la
intervención de los jesuitas. Después de años de abandonar la región, se retomó
ante la llegada de la Compañía de Jesús a la región del actual estado de Sinaloa
en 1591. Como en el resto de Mesoamérica, el control empezó de forma violenta
con la combinación de frailes y militares, los primeros se encargaban de
eliminar idolatrías mientras que los segundos les proveían seguridad. En 1596
llegaron a tratados de paz con las poblaciones de los ríos mayo y yaqui con
quienes al final pactaron el establecimiento de misiones con la condición de
que no hubiera establecimientos de colonos civiles ni militares.
La estrategia de los jesuitas
fue establecer pueblos de misión para congregar a los nativos que vivían
dispersos en los montes, en ellos reconstruyeron estrategias de producción y
organización colectiva de trabajo indígena que se había perdido. Con misión y
presidio, es decir, con los frailes y el cuerpo de tropa, la zona comenzó a
pacificarse, en 1605 los mayas solicitaron jesuitas, en 1610 los pimas y en
1613 los yaquis.
A mediados del siglo XVII, el
descubrimiento de minas en el actual estado de Sonora, el “nuevo norte minero”,
atrajo mineros, comerciantes hacia el centro de Sonora donde también se
establecieron agrupaciones religiosas. Desde ahí se emprendió la pacificación
del actual Arizona. Sonora se convirtió por mucho tiempo en el último avance
español, comunicada sólo con Culiacán, Casas Grandes y con Parral, la capital
de Nueva Vizcaya. Las misiones que combinaron frailes e indígenas permitieron
el control de las comunidades seminómadas, paz sólo alterada por los seris,
grupo que no fue dominado.
Has finalizado la sesión. Si
deseas saber más del tema, puedes consultar tu libro de texto de Historia, de
segundo grado.
ACTIVIDAD SEMANA
27
LAS SEIS PREGUNTAS QUE SE DEBEN RESPONDER
AL ESTUDIAR HISTORIA
LA MANO DE LA CONQUISTA III.
INDICACIONES
1.
Realiza la lectura del tema La conquista
III.
2.
Al realizar la lectura subraya
las ideas principales sobre:
¿Cuándo ocurrió?, ¿Por qué ocurrió?, ¿Dónde ocurrió? ¿Para qué ocurrió?,
¿Quiénes participaron? y ¿Cómo fue?
3.
Revisa la siguiente imagen para
orientarte en la información a resaltar.
4. Dibuja una mano en una hoja de tu libreta o en tu ordenador.
5.
En cada dedo de tu mano escribe la idea
principal que consideras según el análisis de la lectura realizada sobre:
¿Por qué ocurrió?, ¿Dónde ocurrió? ¿Para qué ocurrió?, ¿Quiénes participaron?
y ¿Cómo fue?
6.
En la palma de tu mano coloca la
respuesta a la pregunta sobre ¿Cuándo ocurrió?
7. Colorea tu mano de
acuerdo a los materiales, recortes, dibujos o impresiones que tengas a tu
alcance.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo
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